A pesar de que Formentera es una isla pequeña, su gastronomía tiene un toque diferente al de otras partes del mundo. Y así como sus platos son únicos y deliciosos, cuenta con una serie de licores y tragos típicos que te dejarán boquiabierto.
Vinos y viñedos
Formentera pertenece a un grupo de islas que conforman las famosas Islas Pitiusas, en el Mediterráneo. Las condiciones climáticas de las islas las hicieron perfectas para la siembra de vid, planta de donde nacen las uvas. Por esta razón, es que hoy en día puedes encontrar grandes extensiones cubiertas de viñedos.
Formentera tiene una historia con el vino, ya que se dice que en la época prerromana era uno de los lugares en donde más se produía esta bebida alcohólica. Dicha tradición milenaria es la que ha hecho que el vino formenterano tenga ese sabor tan característico y único en las Pitiusas.
Actualmente, la producción vitivinícola en Formentera se mantiene viva gracias a pequeños productores locales que elaboran vinos de alta calidad, tanto tintos como blancos, que conquistan a residentes y turistas. Entre las variedades de uva utilizadas destacan la Monastrell y la Malvasía, que aportan a los vinos un equilibrio perfecto entre frescura y cuerpo.
Una de las bodegas más conocidas de la isla es Terramoll, que se encuentra cerca de La Mola. Aquí, puedes realizar visitas guiadas para conocer el proceso de elaboración del vino y degustar sus exquisitas creaciones. Los viñedos de Formentera no solo son una joya gastronómica, sino también paisajística, ideales para paseos y sesiones de fotos.
Licor de tomillo
El licor de tomillo es por lejos el más típico de todas las islas, incluyendo Formentera. Si bien no puede competir con el gusto del turista que pide mojitos, Bacardi o el Cuba Libre, este es parte de la historia de la región. Se dice que su inventor fue Juan Marí Mayans, sujeto que tenía una afición grande a las hierbas.
Para fabricar el licor se utilizan grandes cantidades de aguardiente y agua destilada junto a un poco de azúcar. El ingrediente estrella, el tomillo, es agregado durante la preparación o luego de que la mezcla principal esté lista. Todo dependerá del fabricante.
Este licor, además de ser una delicia para el paladar, se relaciona con rituales y tradiciones locales. Por ejemplo, es común ofrecer una copa de licor de tomillo en celebraciones familiares o festivas como símbolo de hospitalidad. Su aroma intenso y su sabor dulce pero equilibrado lo convierten en un imprescindible al visitar Formentera.
Para quienes desean llevarse un recuerdo de la isla, el licor de tomillo es un excelente souvenir. Lo encontrarás en pequeños comercios, mercados locales y tiendas especializadas en productos artesanales.
Licor Palo
El licor Palo es el menos consumido de los tres en Formentera. Este tiene una historia turbia, ya que al principio se utilizaba con fines medicinales. Para realizarlo utilizan una mezcla entre las hierbas quinta calisaya y la genciana junto a algún licor destilado como aguardiente y anís en otros casos. A la mezcla se le agrega azúcar para quitar lo amargo.
Su origen se remonta al siglo XIX, cuando se elaboraba como remedio contra el paludismo, gracias a las propiedades de la quinina presente en las hierbas utilizadas. Con el tiempo, su sabor amargo fue suavizado para convertirlo en una bebida alcohólica de consumo social.
Hoy día, el licor Palo se degusta como aperitivo o digestivo, servido generalmente con hielo y una rodaja de limón. Es una opción ideal para quienes disfrutan de sabores intensos y complejos. Aunque menos popular, su historia y composición hacen que merezca un lugar destacado en la lista de bebidas típicas de Formentera.
Otros licores y curiosidades
Además de los mencionados, Formentera y las Islas Baleares cuentan con otras bebidas tradicionales como la famosa Hierbas Ibicencas, que aunque se asocia más con Ibiza, también se produce en menor escala en Formentera. Este licor está hecho a partir de una combinación de hierbas aromáticas como hinojo, romero, tomillo y anís, y es conocido por sus propiedades digestivas.
Otra bebida peculiar es el Frigola, una variante del licor de tomillo pero con un toque más dulce y menos alcohólico. Ideal para aquellos que prefieren sabores suaves.
Por último, para los amantes de las experiencias auténticas, es recomendable visitar los pequeños bares tradicionales de Formentera donde los lugareños preparan sus propias versiones caseras de estos licores. Nada supera el sabor de una copa servida en un ambiente relajado con vistas al Mediterráneo.
Explorando Formentera con sabor
Si tienes la oportunidad de ir en coche, puedes visitar las destilerías y viñedos mencionados. Si no pudiste ir en ferri con el tuyo, no temas en buscar un alquiler de coches en Formentera. La experiencia gastronómica será mucho mejor.
Recorrer la isla para descubrir sus sabores auténticos es un viaje en sí mismo. Desde los viñedos hasta las destilerías, cada rincón ofrece una oportunidad para degustar y aprender sobre la cultura local. Sin duda, los licores típicos de Formentera no solo complementan su rica gastronomía, sino que también forman parte esencial de su identidad cultural.