Se conoce como Patrimonio Etnográfico a aquel que tiene que ver con la cultura o tradiciones propias de una región. Pues bien, en nuestra ruta descubriendo el patrimonio de Formentera, hoy nos toca centrarnos en su patrimonio etnológico, que puede percibirse en sus casas, molinos, cisternas, pozos, varaderos y norias.
Las casas de Formentera son uno de los elementos que mejor definen el paisaje de la isla. Pueden diferenciarse dos tipos. Las que mantienen el estilo constructivo del siglo XVIII con casas pequeñas de cubiertas planas, recubrimiento de arcilla, canaletas para evacuar el agua de lluvia… Y casas de finales del siglo XIX, con cubiertas de doble vertiente y ventanales más grandes.
Otro de los patrimonios etnográficos de la isla son sus molinos harineros de viento, que sustituyeron a los de tracción animal y que aún hoy pueden visitarse.
El agua era uno de los recursos más preciados de la isla. Por ello, los habitantes de Formentera idearon cisternas, pozos y norias tanto para el almacenamiento como la obtención de agua dulce y el regadío de las plantaciones. Unas construcciones muy particulares de nuestra isla.
Por último y uno de los elementos más fotografiados de la isla son los varaderos. Un sistema de guías de madera construidos para botar o sacar las pequeñas embarcaciones pesqueras del mar. En muchas ocasiones, estos varaderos van acompañados de unos pequeños cobertizos en los que guardar dichas embarcaciones.