En nuestra ruta en vehículo de alquiler descubriendo el patrimonio de Formentera, hoy nos toca centrarnos en los caminos, señalizaciones y sistemas de división territorial de la isla.
Comenzamos esta visita por los caminos de Formentera con el Camí de sa Pujada. Se trata de un camino que no supone más que una pequeña porción del camino original que unía Sant Francesc con la Mola. Los restos que podemos contemplar hoy en día y que han sido declarados bien de interés cultural en 1993, son 900 metros que transcurren bordeando los acantilados de la meseta de la Mola. Pese a que los documentos más antiguos que hablan de su existencia se sitúan en el siglo XVIII, se cree que el camino original puede datar del siglo XIII.
Los mojones que servían antiguamente para delimitar las propiedades, también son parte del patrimonio de la isla. En Formentera encontramos tres tipos: cruces talladas en la roca, almenas de piedra y conjuntos de tres losas verticales semienterradas. Algunos de estos mojones que han sido rehabilitados datan de finales de 1600, cuando se produjo la repoblación definitiva de la isla.
Por último, otro de los patrimonios de la isla que tienen que ver con la limitación de tierras son las paredes de piedra seca. Se trata de pequeños muros construidos con piedra que servían separaban propiedades, tierras destinadas a diferentes usos, cercar animales y una manera efectiva de almacenar piedra de los campos para hacerlos cultivables.